sábado, 1 de marzo de 2008
¡Maio Victrix!
Hace más de mil años, acurrucado a la luz de la velas, un genio vestido de monje y del cual sólo conocemos que se llamaba Maio, iluminó los oscuros párrafos del Apocalipsis de San Juan con una obra maestra sin parangón. El maravilloso libro sirvió a los monjes de San Miguel de Escalada durante centurias, hasta que la desidia, la indiferencia, el abandono y, finalmente, el pillaje -un arzobispo lo regaló, fue cambiado por un reloj de plata, vendido a un conde y posteriormente subastado- llevaron el tesoro de Escalada hasta la Biblioteca Morgan de Nueva York.
Hoy, el Beato de Escalada ha regresado a tierras leonesas; en forma de facsímil, claro (buenos son los yanquis a la hora de devolver un tesoro que les malvendimos), pero algo es algo.
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1 comentario:
Gratias ago tibi, Peio, "frater meus".
Escalada
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