lunes, 3 de diciembre de 2007

Rimas y leyendas


Dicen las viejas raposas que merodean por el sotobosque a la vera del Esla que entre los muros del viejo monasterio vagan aún sin rumbo las ánimas de cinco mojes cobardes; aterrorizados en una noche de tormenta, ofrecieron sus almas al diablo para que los salvara de los rayos y de los truenos. Lucifer aceptó el trato y, pasada la oscuridad, encerró las almas de los pusilánimes anacoretas en un libro sagrado, un bello ejemplar del Apocalipsis ilustrado por el abate Maius, el único religioso que resistió al terror de los elementos sin desfallecer.
Desde entonces, las ruinas del monasterio están condenadas a pudrirse sin dueño que las reconozca y el hermoso libro a vagar por el mundo, en mano de ladrones, hasta que el hechizo se rompa a manos de quienes "lleven de nuevo la luz al cenobio", según se indica en antiguos manuscritos.
Parece que San Miguel de Escalada va a tener iluminación, mal que le pese a la Junta de Pastilla y Jabón, así que, ¿quien sabe?
quizás el hechizo esté a punto de romperse...

1 comentario:

Ana Isabel dijo...

Magnífica composición Peio... bueno, como todo lo que haces. Mi más sincera admiración hacia tu trabajo y como no!!! hacia esos comentarios tan estupendos que acompañas.
La luz ya está llegando, el agua está instalada..... espero que los "iluminados" no se hagan esperar demasiado. Mientras tanto, tenemos a Maio que ya es de la familia.
Un abrazo,
Ana